La logopedia se centra en la reeducación de los trastornos innatos o adquiridos del lenguaje en niño/as o adultos, comprendiendo tanto los aspectos relativos al lenguaje oral como escrito. La logopedia, por tanto, se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento de las alteraciones del habla y del lenguaje (hablado o escrito, tanto en comprensión como en expresión).
Su actuación se desarrolla en varios entornos: el educativo, el lingüístico, el conductual, el clínico, etc. El/La logopeda es un profesional que:
- Dispone de un caudal de conocimientos pertinentes a los desórdenes del habla y del lenguaje.
- Está entrenado en la aplicación de dichos conocimientos a la solución de problemas clínicos.
- Tiene una autoridad referida a la ayuda del niño/a que consiste en comprender y tratar sus problemas de habla y lenguaje.
Y además, el/la logopeda evalúa posibles dislexias, discalculias (problemas para la adquisición de los conceptos básicos matemáticos y el cálculo) o disgrafías (escritura defectuosa sin causa neurológica o intelectual que lo justifique). En muchas ocasiones, ciertas dificultades escolares como la falta de comprensión lectora está relacionada con alguno de estos factores.